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martes, 4 de junio de 2013

Constelaciones: Taurus

En la mitología griega, la leyenda del toro está íntimamente ligada al mito del gigantesco cazador Orión y a las Pléyades, de quienes ya hablamos hace algún tiempo. Algunos autores sugieren que esta leyenda está asociada al dios Zeus, quien se transformó en un toro blanco para poder raptar a la hermosa hija de los reyes de Fenicia y Tiro, Europa. También se le asocia al mito de Ío, otra de las ninfas seducidas por Zeus. Como quiera que sea, esta leyenda está profundamente encajada en la cultura mediterránea de la que somos herederos.

El Rapto de Europa. Tiziano (1560)

Retomando la astronomía, esta constelación es conocida desde los albores de la civilización encontrándose referencias en la Edad del Bronce, hace más de 4000 años. De hecho, en esa época el equinoccio de primavera se encontraba en Taurus, aunque la precesión de los equinoccios ha hecho que posteriormente pasara a la vecina constelación de Aries (por eso también se le conoce como Primer punto de Aries) y en la actualidad se halla en la constelación de Pisces.
Carta astronómica de la constelación de Taurus

lunes, 24 de diciembre de 2012

Un árbol de navidad cósmico. ¡Felices Fiestas!.

Aprovechando las fechas en las que estamos y como en este blog le buscamos siempre relación a todo con la astronomía, quisiera compartir con todos ustedes la siguiente imagen tomada desde el Observatorio Europeo Austral: la Nebulosa del Cono y el cúmulo estelar abierto del Árbol de Navidad, o NGC 2264.

Vale la pena ampliar esta imagen haciendo clic sobre ella. El Árbol de Navidad se encuentra invertido, siendo la estrella que esta justo encima de la Nebulosa del Cono la cúspide del árbol. El área que abarca la fotografía muestra una extensión de unos 30 años-luz.

miércoles, 25 de mayo de 2011

Constelaciones: Aquarius

Después de más de un mes sin publicar nada en el blog, ya tocaba publicar algo. Espero que les guste, hoy hablaremos de la constelación de Aquarius.

Esta constelación es conocida desde hace miles de años y es una de las constelaciones del zodiaco. Los sumerios y babilonios imaginaron en esa zona del firmamento la figura de un hombre vertiendo agua de una jarra, incluso representaron al dios Enki en sus estrellas. Posteriormente, los griegos adoptaron esta constelación para el mito de Ganímedes, el copero de los dioses del Olimpo.

Carta de la constelación de Aquarius

El Sol está en Aquarius desde el 17 de febrero al 13 de marzo. Los aficionados a los horóscopos y/o astrólogos sostienen que las fechas de entrada y salida del Sol en esta constelación son, respectivamente, el 21 de enero y el 19 de febrero. Lo que no tienen en cuenta es que el efecto de la precesión de los equinoccios ha hecho que el eje de rotación de la Tierra haya variado ligeramente en los últimos 2000 años, alterando las fechas de paso del Sol por las diferentes constelaciones. Obviamente, no dejan que algo tan nimio como la realidad vaya a alterar sus… "predicciones".

martes, 12 de octubre de 2010

Los tesoros del Unicornio

Monoceros (el Unicornio) es una constelación que suele pasar desapercibida, debido al escaso brillo de sus estrellas, que palidecen ante la cercanía de la magnífica constelación de Orión, justo a su derecha. Sin embargo, al estar situada en la misma Via Láctea, podemos encontrar muchos objetos (nebulosas y cúmulos, principalmente) que harán las delicias de los aficionados a la astronomía.

Carta de la constelación de Monoceros, junto a Orión

Esta constelación fue introducida por el astrónomo y teólogo holandés Petrus Plancius en 1613, y aunque como comentamos antes, no tiene estrellas muy brillantes, sí que podemos encontrar algunos ejemplares realmente interesantes.

La estrella más brillante de la constelación, Beta Monocerotis, es en realidad un magnífico sistema estelar triple compuesto por tres gigantes azules situado a 690 años-luz de nosotros. Son unas estrellas bastante jóvenes, de tan sólo 34 millones de años de edad.

Otra de las estrellas más significativas de esta constelación es la estrella de Plaskett, llamada así en honor al astrónomo canadiense John Plaskett, que en 1922 descubrió que en realidad se trataba de una estrella doble. Hasta hace poco era el par de estrellas más masivo descubierto, con 43 y 51 masas solares respectivamente. Está situada a unos 6600 años-luz del Sistema Solar.

V838 Monocerotis es una estrella variable que explotó en el año 2002; está situada a unos 20 000 años-luz de distancia. En la siguiente secuencia de imágenes podemos ver cómo su eco de luz se ha ido expandiendo como consecuencia de la explosión.

La estrella V838 Monocerotis y su eco de luz, fotografiada por el telescopio espacial Hubble

Pero lo que realmente le confiere un carácter especial a esta constelación es la abundante presencia de cúmulos de estrellas y bonitas nebulosas, algunas realmente espectaculares.

M50 es un cúmulo abierto de unas 200 estrellas, situado a 3200 años-luz. Se le estima un diámetro de unos 10 años-luz.

El cúmulo abierto M50, a 3200 años-luz de distancia

Con mucho, el objeto más conocido por los astrónomos aficionados sea la espectacular Nebulosa Roseta (NGC 2237), asociada al cúmulo NGC 2244. Las fotografías muestran una nebulosa de tonos rosáceos y una forma que recuerda a una rosa, de ahí su nombre. Vista al telescopio, apenas se aprecia una tenue nebulosidad alrededor del cúmulo. Tan sólo las fotografías la muestran en todo su esplendor y magnificencia. Se estima que la cantidad de materia existente en esta nebulosa sería suficiente para crear más de 10 000 soles como el nuestro.

Una de las más bellas nebulosas del firmamento, la Nebulosa Roseta, fotografiada por Robert Gendler

La nebulosa se encuentra a unos 5200 años-luz y la presión ejercida por el viento solar de las estrellas del cúmulo NGC 2244 hace que la nebulosa empiece a disiparse. Se le estima un diámetro en torno a unos 130 años-luz. Al ser tan grande, diversas partes de la nebulosa (y cúmulo) tienen asociados varios números del catálogo NGC (2237, 2238, 2239, 2244 y 2246). NGC 2244 fue descubierto en 1690 por el astrónomo inglés John Flamsteed.

Otro de los objetos más interesantes de Monoceros es el coqueto conjunto formado por la Nebulosa del Cono y la Nebulosa Árbol de Navidad, ambos a 2600 años-luz de distancia (NGC 2264).

Panorámica de la región de la Nebulosa del Cono y Árbol de Navidad, del NOAO. Elegida imagen astronómica del día en noviembre de 2008 por la NASA

Detalle de la Nebulosa del Cono, fotografiada por el telescopio espacial Hubble

Otra delicatessen en Monoceros, la Nebulosa de la Mariposa (NGC 2346), a 2000 años-luz de nosotros

Hace poco, el Observatorio Europeo Austral mostró unas bellísimas fotografías de una nebulosa en la banda del infrarrojo, conocida como NGC 2170, ubicada en la región Monoceros R2, que se ha revelado como una zona especialmente activa en formación estelar. Se encuentra a unos 2700 años-luz y fue descubierta en 1784 por William Herschel.

NGC 2170, vista en luz visible y en infrarrojo.

Ubicación de NGC 2170 y de la Nebulosa Roseta en Monoceros

El siguiente vídeo nos hace un zoom hasta la nebulosa NGC 2170:



Y en este otro, vemos cómo cambia el aspecto de la nebulosa si usamos la luz visible o la infrarroja:



Y para terminar, un paseo por la Nebulosa Roseta (en falso color), gracias a los datos aportados por el telescopio espacial Herschel, de la Agencia Europea del Espacio



Este post es la contribución de Pirulo Cósmico a la XII edición del Carnaval de la Física, alojado este mes en el magnífico blog Francis the Mule News.

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domingo, 10 de octubre de 2010

Hijas de un titán: las Pléyades (M45)

Las Pléyades eran las 7 hijas de la ninfa Pleione y del titán Atlas, condenado por Zeus a portar sobre sus hombros la esfera de los cielos. Sus nombres eran Maia, Electra, Taygeta, Alcyone, Celaeno, Asterope y Merope; formaban parte del cortejo de la diosa de la caza, Artemisa. El gigantesco cazador Orión las acosaba, y por ello, Atlas le pidió a Zeus que hiciera algo para evitarlo. Zeus interpuso un toro (Taurus) entre ellas y el osado cazador, pero éste le hizo frente con un escudo y un garrote. Finalmente, Zeus envió un escorpión gigante (Scorpius) para ahuyentar a Orión, y así están dispuestos en el cielo: las Pléyades protegidas por Taurus, que se interpone entre ellas y Orión; y cuando aparece Scorpius por el horizonte del Este, Orión se oculta por el Oeste, en una eterna persecución entre las estrellas.

Las Pléyades, representadas en una pintura de Elihu Vedder, en 1885

Este bonito cúmulo abierto puede verse a simple vista en las noches otoñales e invernales, en la constelación de Taurus. También se le conoce como las Siete Hermanas o La Cabritilla. A simple vista (en noches sin Luna y con buenas condiciones), se aprecian 6 estrellas, aunque en realidad el cúmulo consta de más de un millar. La disposición de sus estrellas recuerda al carro de la Osa Mayor, aunque distribuidas en un espacio mucho más reducido.

Las Pléyades son conocidas desde la antigüedad, y son mencionadas en obras tales como la Ilíada y la Odisea, La Biblia, o el Mahábharata. El 4 de marzo de 1769, Charles Messier las incluyó en su célebre catálogo de nebulosas y cúmulos de estrellas con el nº 45.

Las Pléyades fotografiadas por David Malin, del Observatorio Anglo-Australiano

Son unas estrellas bastante jóvenes. Se cree que tienen menos de 100 millones de años de edad (poca cosa si lo comparamos con los 4600 millones de años de nuestro Sol), y se estima que este cúmulo permanecerá unido durante al menos otros 250 millones de años, tras los cuales se disgregará debido a las interacciones gravitatorias con su entorno. Estas estrellas están contenidas en un diámetro de unos 12 años-luz aproximadamente, y a unos 440 años-luz de distancia de nuestro Sistema Solar.

En esta magnífica toma, Stephan Seip captó al cometa Machholz pasando justo enfrente de las Pléyades, siendo elegida imagen astronómica del día por la NASA el 11 de enero de 2005

Uno de los rasgos más característicos de este cúmulo, que le da una especial belleza, es la nebulosidad azul que envuelve a las estrellas más brillantes, especialmente a Merope. Originariamente se pensaba que se trataba de la nebulosa de la cual nacieron las estrellas, pero posteriores estimaciones acerca de la edad del cúmulo hacen más plausible la posibilidad de que sea una nube de gas y polvo que se encuentra en esa zona y está iluminada por el brillo de las Pléyades.

Otra magnífica imagen de las Pléyades, en este caso obtenida por Robert Gendler

A modo de curiosidad, la firma de automóviles japonesa Subaru tiene como logotipo una representación de este cúmulo (no en vano, la palabra japonesa Subaru significa Pléyades). También da nombre a un telescopio japonés en Hawaii.



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domingo, 3 de octubre de 2010

La percha celestial

En la constelación de Vulpecula (La Zorra), podemos encontrar un coqueto asterismo conocido por muchos astrónomos aficionados. Nos estamos refiriendo al Cúmulo de la Percha, también conocido por los nombres de Collinder 399, Cúmulo de Brocchi o Cúmulo de Al Sufi.

El Cúmulo de la Percha, elegido en la foto astronómica del día de la NASA el 12 de enero de 2007. Fotografía de Frank Barret

Está formado por 10 estrellas, 6 de ellas forman una línea recta (ocuparían un tamaño equivalente al de 3 diámetros lunares) y las 4 restantes forman en gancho de la percha. Fue descubierto originalmente por el astrónomo persa Al Sufi, que lo incluyó en su "Libro de las estrellas fijas" en el año 964. En 1931, el astrónomo sueco Per Collinder incluyó este cúmulo en su Catálogo de Cúmulos Abiertos, aunque observaciones más recientes del movimiento propio de las estrellas han revelado que en realidad son estrellas independientes, sin relación entre ellas, se encuentran a unas distancias que varían entre los 200 y los 1000 años-luz.

El método que usan los astrónomos aficionados para localizar este bonito asterismo es trazar una línea imaginaria que une las estrellas Altair (en la constelación Aquila) y Vega (en la constelación de Lyra), y recorrer un 1/3 de la distancia que las separa. Ofrecen una bonita vista con prismáticos o telescopios pequeños.

Ubicación del Cúmulo de la Percha, entre las constelaciones de Vulpecula y Sagitta. Captura de pantalla del programa Stellarium

Otra imagen elegida como foto astronómica del día de la NASA, esta vez en diciembre de 2008 por Noel Carboni

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domingo, 12 de septiembre de 2010

Abriendo un joyero cósmico

El Joyero, también conocido como NGC 4755 o Kappa Crucis, es uno de los cúmulos abiertos más bonitos que se pueden disfrutar en el cielo del hemisferio sur. Fue descubierto desde el Cabo de Buena Esperanza por el astrónomo francés Nicolas Louis de Lacaille, durante su estancia en ese lugar entre 1751 y 1752. El delicado contraste de colores entre las estrellas azules (predominantes en este cúmulo) y las naranjas-rojizas, hizo que el astrónomo Sir John Herschel le diera este nombre en la década de 1830, debido a que le recordaba a "una caja de diversas piedras preciosas de color".

Está a 6400 años-luz de distancia de nosotros, y contiene un centenar de estrellas. Se le estima una edad de unos 7 millones de años. Las estrellas que forman los cúmulos abiertos suelen tener todas la misma edad y una similar composición química, ya que proceden de la misma nube de gas y polvo primigenia. 

Al tener una magnitud visual de 4'2, puede ser observado a simple vista (sólo desde el hemisferio sur), junto a una de las estrellas que forman la constelación de la Cruz del Sur, Mimosa. Si embargo, es necesario el uso de un telescopio para poder apreciar que no se trata de una estrella, sino de varias. Las siguientes imágenes han sido obtenidos por el Observatorio Europeo Austral y el Telescopio Espacial Hubble. ¡Espero que les gusten!

El cúmulo estelar NGC 4755

Plano general del cúmulo. Bonito, ¿verdad?

Mapa con la localización de NGC 4755, al lado de la constelación de la Cruz del Sur

En esta preciosa imagen podemos ver el cúmulo (en el centro) junto a la Cruz del Sur.

Un magnífico primer plano del centro del cúmulo


El siguiente vídeo nos acercará a este maravilloso cúmulo, ¿preparados para el viaje?


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jueves, 22 de julio de 2010

Gigante estelar

El pasado febrero comentábamos la publicación por parte del ESO de una preciosa imagen del cúmulo abierto NGC 3603, una zona muy activa de formación estelar en la constelación de Carina (La Quilla), y que contenía la estrella más masiva conocida hasta la fecha (en realidad es una estrella binaria cuyos componentes tienen 89 y 116 masas solares, aproximadamente).

Pues bien, ayer mismo el ESO volvía a sorprendernos (otra vez) con la noticia del descubrimiento de la estrella más masiva conocida hasta ahora, que se encuentra dentro del cúmulo R136 de la Nebulosa de la Tarántula, en la mayor de las Nubes de Magallanes, a unos 157 000 años-luz de distancia de nosotros. Esta estrella ha sido descubierta por un equipo de astrónomos dirigidos por Paul Crowther, empleando el Very Large Telescope, además de otros datos obtenidos por el telescopio espacial Hubble.

Ubicación del cúmulo RMC 136a en la Nebulosa de la Tarántula

Se trata de la estrella R136a1 (para que luego digan que los astrónomos no son originales bautizando las estrellas). Se le estima una masa de nada menos que ¡265 masas solares! y se cree que en el momento de su nacimiento estaría en torno a las 320 masas solares. Este gigantesco leviatán tiene una edad de 1 millón de años, aproximadamente, y al ser tan masivo, los astrónomos le dan tan sólo otro millón de años de vida (las estrellas, cuanto más masivas, menos tiempo viven… En comparación, nuestro Sol tiene más de 4500 millones de años y le deben quedar otros 5000 millones de años de vida más). Muy probablemente, esta estrella terminará su vida con una gigantesca explosión de hipernova. En su corta vida, R136a1 ya se ha desprendido de un 20% de su masa, aproximadamente (unas 50 masas solares, esto sí que es adelgazar).

Otra de las características más impactantes de esta estrella supergigante es su luminosidad, ¡su brillo equivale al de 10 millones de soles como el nuestro!. Obviamente este dato la convierte en la estrella con más brillo conocida.

Imagen del infrarrojo cercano del cúmulo R136, con la estrella R136a1 en el centro

Para hacernos una idea más aproximada de su brillo, si R136a1 estuviera en el lugar del Sol, su brillo sobrepasaría al del Sol tanto como el brillo del Sol sobrepasa al de la Luna Llena... ¡casi nada! Además, su intensísima fuerza gravitatoria haría que el año en la Tierra durara tan sólo 3 semanas, en lugar de las 52 actuales... aparte que la brutal cantidad de radiación ultravioleta que emite haría imposible la vida en nuestro planeta...

Este descubrimiento echa por tierra la idea generalizada de que las estrellas no podían tener más de 150 masas solares.

Comparación de tamaños (la amarilla es como nuestro Sol)

Haciendo zoom en el cúmulo R136



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lunes, 12 de abril de 2010

Pismis 24

En la constelación veraniega de Escorpión, entre muchos otros tesoros, podemos encontrar un cúmulo abierto de estrellas muy masivas y calientes, conocido como Pismis 24. Situadas junto a la nebulosa NGC 6357, las estrellas que forman este cúmulo se encuentran a unos 8000 años-luz de distancia de nosotros. Este cúmulo toma el nombre de su descubridora, la astrónoma mexicana de origen armenio Paris Pismis, quien lo observó por primera vez en 1959.

El cúmulo Pimis 24, junto a la nebulosa NGC 6357 (fotografiadas por el Hubble en 2006)

Una panorámica de la región tomada desde el ESO

Otra bella panorámica de la nebulosa, tomada por Johannes Schedler

Las estrellas que forman este cúmulo tienen de promedio una masa 100 veces mayores que nuestro Sol, lo que lo convierte en uno de los más masivos que se conoce. Se estima que estas estrellas son realmente jóvenes, de entre 1 y 3 millones de años de edad, y su temperatura está en torno a los 50 000 grados. En el interior de la cercana nebulosa NGC 6357 se están formando estrellas que no podemos ver desde nuestro sistema solar, ya que están aún ocultas tras las nubes e polvo y gas.

El siguiente vídeo nos acerca a este pequeño tesoro estelar

miércoles, 3 de febrero de 2010

Las estrellas tras la cortina

El Observatorio Europeo Austral ha publicado hoy una imagen espectacular, donde podemos disfrutar de una gran cantidad de detalles de la zona central del cúmulo abierto NGC 3603 y de la nebulosa que lo contiene, que es una zona muy activa de formación de nuevas estrellas. Este cúmulo está situado en la constelación de Carina (La Quilla), a más de 22 000 años-luz de distancia de nosotros. Observen en la imagen la gran variedad de colores de las estrellas.

Sin embargo, y a pesar de lo lejísimos que está, es la región de este tipo que está más cerca de nuestro sistema solar. Este cúmulo contiene a la estrella más masiva descubierta hasta ahora, NGC3603-A1, que en realidad es una estrella binaria (son dos estrellas orbitando una en torno a la otra). La componente más masiva tiene 116 masas solares, y la más 'liviana' tiene 'sólo' 89 masas solares.

La guardería estelar NGC3603 (clic para ver más grande)

Y aquí tenemos un vídeo donde hacemos un zoom espectacular hasta el corazón de esta guardería estelar. ¡Que lo disfruten!



Ya que hemos llegado hasta aquí, hagamos un pequeño recorrido por el cúmulo, ¿les parece?



Y en el siguiente vídeo, podemos disfrutar de un espectacular viaje tridimensional alrededor del cúmulo.



¿Lo atravesamos?

viernes, 15 de enero de 2010

Un vecindario concurrido

Me gustaría que observaran la imagen siguiente...

Omega Centauri, fotografiado por los telescopios del ESO

Es bonita, ¿verdad? Se trata del mayor cúmulo globular que conocemos, Omega Centauri, en la constelación del Centauro, a unos 16 000 años-luz de distancia de nosotros. Este cúmulo es uno de los 150 (estimados, podrían haber 20 más que no podemos ver) que orbitan a nuestra galaxia, la Vía Láctea, como si fueran satélites (de hecho, se cree que los cúmulos pueden ser restos de galaxias vecinas que perdieron la mayor parte de sus estrellas, las cuales fueron absorbidas por nuestra Vía Láctea, y sólo ha quedado el bulbo central de las galaxias originales).

Se estima que en este cúmulo hay varios millones de estrellas, 'apretadas' en un volumen de aproximadamente 90 años-luz de diámetro, lo que hace que sus estrellas se encuentren muy, muy cerca unas de otras, a unos 0,1 añoz-luz de distancia entre ellas (conviene recordar que la estrella más cercana al Sol, Próxima Centauri, está a más de 4 años-luz de distancia). Esto hace que me pregunte...

¿Cómo se vería el cielo nocturno desde cualquiera de los planetas que estén orbitando a cualquier estrella de ese cúmulo?

¡Qué visión tan extraordinaria!